Los diferentes tipos de pozos y perforaciones
Saul Castillo • 5 de enero de 2020
Existen distintos tipos de pozos y perforaciones, diferenciándose entre sí por la gran diversidad en sus profundidades.
Características como los volúmenes de agua, coste o pureza de la misma son algunos de los factores que definen el tipo de pozo o perforación
Los pozos y perforaciones son obras de captación vertical que facilitan la extracción del agua freática que se almacena en los acuíferos, es decir, en los intersticios o las fisuras de una roca del subsuelo.
Antiguamente se usaban baldes y sogas para extraer el agua del subsuelo, pero con el paso del tiempo se han ido perfeccionando distintos métodos. A día de hoy, la extracción de agua de estos acuíferos se ha mecanizado, y esta llega hasta la superficie con el uso de bombas manuales o motorizadas.
Pozos y sus tipos
Los pozos se encuentran entre las fuentes de aprovisionamiento de agua más antiguas realizadas por el hombre. Las primeras excavaciones no contaban con ningún tipo de medidas para evitar los desprendimientos, por lo que estos no resisten por mucho tiempo.
Fue durante las edades del Cobre, del Bronze y del Hierro que se empezaron a tomar estas previsiones, y es por eso que estos pozos continúan en pie alrededor de Europa.
Existen tres tipos de pozo:
Excavados
El método más antiguo para cavar un pozo es por medio de pico y pala, siendo también la que menos gastos requiere, dado que solo necesita algunos materiales y la mano de obra sin necesidad de herramientas mecanizadas.
No obstante, este es el método más extenuante. Por lo general, las paredes del pozo son reforzadas por piedras para evitar los derrumbamientos, aunque resulta más efectivo la instalación de anillos de hormigón, que se pueden realizar en el lugar utilizando moldes.
Al ser realizados rústicamente, los pozos excavados no tienden a ser muy profundos, teniendo normalmente entre 10 y 20 metros de profundidad, aunque en ocasiones particulares han llegado hasta los 40 metros. El hecho de que estén tan cercanos a la superficie aumenta el riesgo de que las aguas estén contaminadas, así como esta es propensa a secarse fácilmente.
Hincados
Los pozos hincados son aquellos que se abren por medio de la deformación, a través de un movimiento de vaivén vertical de un tubo perforado con el extremo puntiagudo y de pequeño diámetro en terrenos friables como la arena o la grava.
Al igual que sucede con los pozos excavados, este tipo de método funciona para extraer el agua de acuíferos no muy profundos, siendo útil para profundidades entre los 15 y los 100 metros, por lo que también corren el riesgo de contener aguas contaminadas, dada su cercanía con la actividad humana.
Existen tres tipos de perforación para pozos hincados:
- Batido: Este consiste en la inserción de un tubo previsto con una punta, que deja caer la barrera de perforación por el extremo.
- Inyección de agua: Tal y como su nombre lo indica, esta técnica consiste en la inyección de agua a alta presión hacia el interior de un tubo para la excavación del suelo y la evacuación de los escombros.
- Rozado: Este consiste en la apertura del suelo utilizando el propio entubado como base, penetrando el suelo en posición vertical bajo el efecto de su propio peso.
Aforados
Los pozos aforados o perforaciones son aquellos que se realizan por medio de la percusión de una herramienta mecánica en el suelo o a través de la acción rotatoria de una herramienta cortante, la cual rompe y tritura las rocas. Estos pueden llegar a profundidades de hasta 300 metros.
Los pozos aforados se pueden realizar por medio de tres métodos:
1. Manual:
Utiliza medios manuales de bajo costo como taladros (también denominados ahoyadoras). Las técnicas manuales más utilizadas son:
La elección del tipo de pozo dependerá totalmente de la profundidad del acuífero, de los datos hidrogeológicos del terreno, de la rapidez deseada y del coste de la operación. El costo del mismo será bajo en caso de que sea construido a mano por parte de los miembros de una población, aunque resultaría peligroso hacer un pozo que pase la barrera de los 30 metros. La apertura de un pozo por medio de un pico será mucho mayor a la de uno hincado o la de una perforación, cuyos orificios suelen ser bastante estrechos.
- Perforación con ahoyadora.
- Perforación por percusión.
- Perforación por inyección de agua.
- Perforación por eliminación de lodos.
- Perforación por martilleo
- Perforación rotativa
La elección del tipo de pozo dependerá totalmente de la profundidad del acuífero, de los datos hidrogeológicos del terreno, de la rapidez deseada y del coste de la operación. El costo del mismo será bajo en caso de que sea construido a mano por parte de los miembros de una población, aunque resultaría peligroso hacer un pozo que pase la barrera de los 30 metros. La apertura de un pozo por medio de un pico será mucho mayor a la de uno hincado o la de una perforación, cuyos orificios suelen ser bastante estrechos.
Posibles dificultades
La falta de mantenimiento o reparación de un pozo en el momento adecuado puede provocar la reducción o detención del bombeo de agua a la superficie. Al mismo tiempo, los daños pueden causar la degradación de la calidad del agua, lo que puede causar enfermedades en caso de ser consumida.
Recomendaciones
Es necesario tomar en cuenta que la contaminación es un factor de riesgo para aquellos pozos que no superen los 45 metros de profundidad. En caso de que el pozo haya sido cavado en un terreno inestable, es sumamente necesario que las paredes cuenten con un revestimiento para evitar los desprendimientos y obstrucciones del pozo.
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